Grandes lecciones de un “Un Cuento de Navidad”

Los cuentos constituyen una de las herramientas educativas y formativas de gran valor no solamente en la etapa de la niñez, de hecho, muchos escritores han escrito cuentos con mensajes de corte político o social para los adultos. En cualquiera de los casos, los cuentos siempre nos ayudan a despertar la imaginación y la creatividad y de pilón, nos obsequian mensajes que contribuyen a nuestro desarrollo cognitivo, emocional, conductual y social.

Dentro de algunas semanas estaremos celebrando la Noche Buena y la Navidad y qué mejor momento para compartir con nuestros seres queridos, amigos y colaboradores, aquellos cuentos que además de despertar el espíritu navideño, nos enseñan el valor de la paz, el amor y la generosidad. Uno de los cuentos más famosos relacionados con esta época, es el “Cuento de Navidad” también conocido como “Canción de Navidad” y este fue escrito por el famoso Charles Dickens en 1843. Su obra tuvo tanto éxito que tan solo seis días antes de la navidad vendió seis mil copias. 

Las dos razones por las que Dickens escribió el Cuento de Navidad fueron: primero, para denunciar las injusticias que vivía gran parte de la población en Inglaterra (su tierra natal) y segundo, para advertirnos que la vida transcurre muy rápido y que es necesario reflexionar acerca de lo que hacemos con nuestro tiempo, toda vez que este, es un recurso queno se puede acumular, no se puede ahorrar y si no se utiliza inmediatamente, se desperdicia. 

El Cuento de Navidad ha tenido un gran impacto a nivel mundial, al grado que, muchos productores lo han llevado a la pantalla grande. El protagonista de esta hermosa historia es el Sr. Ebenezer Scrooge, quien es un anciano avaro y egoísta, que desprecia la Navidad y todo lo relacionado con ella. No le importan los demás, lo único que le interesa son los negocios y ganar dinero. Rechaza la invitación de su sobrino para cenar con él y su familia al día siguiente, y se niega a dar dinero a dos hombres que le solicitan un donativo para los pobres. Su empleado Bob Cratchit vive esclavizado, con extenuantes horas de trabajo y mal pagado. El único acto de generosidad aparente de Scrooge fue darle a su empleado el día de navidad libre, pero no por amabilidad, sino por simple obligación social. Scrooge llega a su casa y unos minutos antes de la media noche aparece el espectro de Marley (antiguo socio) quien murió siete años atrás y viene a anunciarle que, de no corregir su conducta, sufrirá la misma condena que él ha recibido, es decir, vagará eternamente arrastrando cadenas pesadas y tormentosas. También le dice que recibirá la visita de tres espíritus, que le darán la última oportunidad de salvarse de seguir su mismo destino. Scrooge es entonces visitado por cada uno de los tres que le llevan a visitar distintas escenas navideñas (pasado, presente y futuro).

Cada espíritu representa una oportunidad de reflexión y aprendizaje para cambiar positivamente el rumbo de nuestra vida, porque al igual que Scrooge, muchos vivimos atados al pasado o al futuro y dejamos de vivir el presente para convertirnos en simples artífices de recuerdos o planes que frenan nuestro crecimiento personal y espiritual. Aprendamos grandes lecciones que nos regalan los espíritus de la Navidad: 

  1. Espíritu del pasado. En la primera noche, el primer espíritu llegó, era el espíritu de las navidades pasadas, quien lo llevo al lugar donde él había crecido y le enseñó varios lugares y navidades pasadas, Scrooge vio cuando siendo muy joven trabajaba en una tienda de aprendiz; en otra escena recordó a su hermana, a quien quería mucho. También pudo ver a aquella novia a la que quiso mucho, pero por estar esclavizado al trabajo se privó de vivir una hermosa historia de amor. 
  • Primera lección:  Al igual que Scrooge, muchos tenemos nuestra vida anclada al pasado, ya que siempre estamos evocando eventos tristes que vivimos durante la niñez o juventud y que ahora recordamos con nostalgia, tristeza o coraje. Convirtiéndonos en adultos frustrados, pues siempre estamos enojados con la vida y cualquier situación la convertimos en una tragedia porque nos recuerda que en el pasado vivimos una traición, un desengaño o una situación que nos hizo sentir mal y, por lo tanto, nos victimizamos y acusamos a todo mundo por nuestra infelicidad. Vivir atados al pasado significa arrastrar cadenas muy pesadas que frenan nuestra vida, nuestros sueños y lo peor, ese pasado nos puede mantener muy enfermos. El problema no es recordar momentos intensos, el problema llega cuando nos refugiamos en ese pasado de manera continua. Es importante que aprendamos a sacar provecho de vivencias pasadas y convertirlas en experiencias y aprendizajes que generen un cambio de actitud. ¿Qué te ganas recordando a cada instante ese error que cometiste o cometió una persona y te hizo daño? Hay que tener mucho cuidado porque esos pensamientos tóxicos afectan no solamente nuestra salud física y mental, sino que también perjudican nuestra relación con los demás. 
  1. Espíritu del presente: En la segunda noche aparece el espíritu del presente precedido de una luz muy grande que provenía del otro cuarto.  Scrooge y el espíritu viajaron al centro del pueblo donde se veía mucho movimiento: los locales abiertos y gente comprando cosas para la cena de Navidad. Después aparecieron en la casa de Bob Cratchit y vieron a su familia y lo felices que eran a pesar de que eran pobres. Finalmente, lo lleva a la casa de su sobrino Fred, donde vieron como gozaban y disfrutaban todos de la noche de Navidad. Después de estas experiencias, Scrooge regresa a su cuarto.

Segunda lección: El presente es un obsequio que la vida nos regala. Desafortunadamente, vivimos crucificados con un brazo en el pasado y otro en el futuro y nos perdemos las experiencias del presente. Corremos tan deprisa que la vida se nos va entre obligaciones, recuerdos del pasado y planes para el futuro. Estamos tan acostumbrados a existir, que nos olvidamos de vivir. La vida transcurre entre quejas por no tener lo que deseamos y nos olvidamos de lo maravilloso que es tener una familia y amigos, tener salud y un trabajo; simplemente no estamos dispuestos a presenciar los milagros que cada día aparecen frente a nuestros ojos. Nos olvidamos de que tenemos vida y nos concentramos en cosas que ya pasaron o que ni siquiera sabemos si van a suceder. La vida exige ser vivida intensamente y enfocarnos en lo realmente importante. 

  1. Espíritu del futuro: Este espíritu le mostró a Scrooge las calles de la ciudad. Allí la gente hablaba sobre alguien que se había muerto. Después, el espíritu lo llevó a un lugar donde estaban unas personas vendiendo las posesiones del señor que había muerto y también le enseñó la casa de su empleado Bob, donde pudo ver que su hijo menor había muerto y que todos estaban muy tristes. Por último, lo llevó a ver cadáver de este hombre que estaba en su cama tapado con una sábana, y al final, descubrió quién era el señor que había muerto… se trataba de él mismo, Ebenezer Scrooge.

Tercera lección: Desafortunadamente, muchas personas se la pasan soñando con una mejor casa, una bonita familia, un automóvil del año, un viaje, un mejor trabajo; y así transcurren los años, la vida se va y también las personas que amamos y a las cuales no les prestamos atención por estar planeando tanto un futuro incierto. Tener propósitos no es malo, al contrario, nos permite darle sentido a nuestra vida; sin embargo, enfocarse demasiado en cosas que no han sucedido y que probablemente no lleguen a suceder, además de ser desgastante, nos representa dejar de vivir el presente. Nadie tiene la vida comprada, y es necesario pensar en un ahorro, una casa, una familia, pero sin olvidar que nuestro futuro lo vamos construyendo con nuestras acciones en el presente. Vivir plenamente a partir de un propósito significa darle sentido a nuestra vida. No hay nada más triste y doloroso que el hecho de haber pasado por esta vida sin VIVIR ni disfrutar de las maravillas que nos ofrece la vida.

La vida es hermosa y aprender a vivirla es un arte, no dejemos que transcurra sin vivirla al máximo. El Cuento de Navidad nos recuerda que, la vida es efímera y que tenemos que aprender a invertir nuestro tiempo en experiencias que llenen nuestra alma y espíritu de amor, paz y felicidad. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.

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Por Carmen Benavides, Directora de contenidos Trainn mx

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