El compromiso: Un valor en decadencia

El valor del compromiso

El compromiso es un valor fundamental en diversas áreas de nuestra vida, porque fortalece las relaciones personales, de trabajo, académicas y sociales. Aquellos que valoran el compromiso tienden a ser personas confiables y responsables, ya que se esfuerzan por cumplir con sus compromisos y promesas.

Según Erving Goffman el compromiso es un proceso continuo en el que las personas gestionan sus impresiones para manejar la percepción que los demás tienen de ellas. La ausencia de compromiso genera consecuencias negativas como la inestabilidad, la falta de confianza e incluso la falta de crecimiento y desarrollo.

Actualmente, el tejido social presenta un fenómeno preocupante: la decadencia del compromiso como un valor fundamental. Nuestra sociedad se caracteriza por la velocidad, la inmediatez y la transitoriedad, razón por la que, el compromiso parece haber perdido su posición central.

Veamos cómo estos factores han propiciado la falta de compromiso en muchos rubros de la cotidianeidad:

  1. La era de la inmediatez: Desde épocas remotas la falta de compromiso ha sido un hecho evidente en algunos integrantes del grupo social, sin embargo, la sociedad del siglo XXI se caracteriza por la búsqueda constante de gratificación instantánea y la evasión de responsabilidades a largo plazo. En este contexto, el compromiso tiende a ser descuidado en favor de opciones más rápidas y convenientes. Ya sea en relaciones interpersonales, responsabilidades laborales o participación cívica, el compromiso parece haber perdido su lugar en la jerarquía de valores.
  • Efectos negativos en las relaciones interpersonales: Como se sabe, el compromiso es esencial para construir relaciones efectivas, sólidas y duraderas. Sin embargo, en la era de las conexiones superficiales y las interacciones digitales fugaces, la disposición a comprometerse en relaciones personales se ve amenazada. La decadencia del valor del compromiso contribuye a la fragilidad de las conexiones humanas, afectando de manera importante la confianza y la estabilidad emocional.
  • Desafíos en el mundo de los negocios: En el entorno empresarial, la falta de compromiso afecta intrínseca y extrínsecamente a la organización, toda vez que se traduce en la rotación constante de empleados y en la disminución de la lealtad hacia las organizaciones. El compromiso con la excelencia y la contribución significativa se ve eclipsado por la búsqueda de oportunidades más atractivas. Esto no solo afecta la productividad, sino que también debilita la cohesión y la identidad organizacional, así como la imagen corporativa de la empresa.
  • Participación cívica y compromiso social: Nuestra sociedad requiere una participación activa a través del compromiso de los ciudadanos, en asuntos económicos, políticos y sociales en los distintos sectores. Una sociedad activa y comprometida es aquella que exige y que respeta los derechos de los demás. Desafortunadamente, la participación en el cambio social a menudo se ven socavada por la indiferencia y la renuencia a comprometerse en la esfera pública.

Si queremos mejorar y desarrollarnos como personas y como sociedades sanas, será necesario revitalizar el valor del compromiso que implica reconocer su importancia y fomentar una cultura que lo valore y promueva. Recuperar el compromiso requiere un cambio de mentalidad y de comportamiento, en donde reconozcamos que la verdadera satisfacción y el progreso significativo surgen cuando nos comprometemos, perseveramos y asumimos responsabilidades a largo plazo. En este renacimiento del compromiso, podemos encontrar las bases para una sociedad más fuerte, cohesionada y ética. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado. Contáctanos.

Por Carmen Benavides, Directora de Contenidos Trainn mx.

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