Regla de oro: “Vive y deja vivir”

Actualmente, estamos siendo bombardeados con expectativas, juicios y opiniones; el uso de las nuevas tecnologías, así como las redes sociales han incrementado los ataques hacia las demás personas. Las pantallas de nuestros ordenadores o celulares han servido como pretexto para entrometernos en la vida de los demás.  Muchas veces, nos vemos atrapados en la trampa de juzgar a los demás y a nosotros mismos, lo que nos lleva a una vida compleja llena de estrés, ansiedad y conflicto. La idea de «vive y deja vivir», un principio que nos invita a vivir en armonía con los demás y a liberarnos de la carga de juzgar y controlar. 

«Vive y deja vivir» es un aforismo que se la atribuye al poeta, dramaturgo y filósofo Friedrich Von Schilleres, a partir de esta máxima se promueve la tolerancia, la aceptación y el respeto hacia las elecciones y diferencias de los demás. En su esencia, significa permitir que las personas sean quienes son, sin tratar de cambiarlas o juzgarlas. 

El problema con muchas personas es que tratan de controlar y regir la vida de los demás, quieren imponer sus propias ideas y creencias, sin tomar en cuenta que lo único que podemos controlar son nuestros pensamientos y acciones. La vida de los demás no es de nuestra competencia. “Vive y deja vivir” es una filosofía de vida que se basa en la idea de que cada individuo tiene el derecho a vivir su vida de la manera que elija, siempre y cuando no perjudique a los demás.

Uno de los aspectos más poderosos de «vive y deja vivir» es la liberación del juicio. Cuando dejamos de juzgar a los demás por sus decisiones, apariencia o creencias, liberamos una cantidad significativa de energía mental y emocional. Es un tema de salud mental, porque en lugar de centrarnos en lo que los demás deberían hacer o ser, podemos concentrarnos en nuestras propias vidas y en ser la mejor versión de nosotros mismos.

La filosofía «vive y deja vivir» es esencial para mejorar nuestras relaciones con los demás. Las relaciones personales sanas comienzan cuando aceptamos a las personas tal como son, creamos un ambiente de respeto mutuo, compromiso y empatía. Esto puede fortalecer la comunicación y la confianza en nuestras relaciones personales, ya sea con amigos, familiares o colegas. Tomemos en cuenta que cuando nos enfocamos en nuestras actividades diarias, reducimos los conflictos innecesarios y fomentamos un ambiente de colaboración.

«Vive y deja vivir» también aplica para nosotros mismos. A menudo, somos nuestro juez más infalible, nos criticamos muy duros y nos presionamos para cumplir con estándares irreales. Cuando nos permitimos ser imperfectos y nos aceptamos tal como somos, experimentamos una mayor paz interior y autoestima. Esto nos permite cuidar de nosotros mismos de manera más saludable y compasiva.

El primer paso para «vivir y dejar vivir» es recordar que la vida es demasiado corta para gastarla, juzgando y controlando a los demás. Al adoptar esta mentalidad, liberamos energía y recursos mentales para enfocarnos en nuestras propias vidas y relaciones de una manera más positiva y saludable. 

Al aceptar a los demás tal como son y practicar la autoaceptación, creamos un ambiente de paz y respeto mutuo que enriquece nuestras vidas y las vidas de quienes nos rodean. En última instancia, «vive y deja vivir» nos invita a abrazar la diversidad y a vivir en armonía con el mundo que nos rodea. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.

Por Carmen Benavides, Directora de Contenidos Trainn mx

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