“Los tres componentes del Capital Humano”.

Actualmente, todas las organizaciones están experimentando grandes cambios, no solamente de orden interno, en realidad, mucho de lo que esta sucediendo en el entorno afecta de manera importante los procesos y resultados de la empresa. Cada vez hay mayor empuje hacia un aumento en la productividad y competitividad, convirtiéndose estos, en puntos de apalancamiento para el crecimiento y desarrollo de nuestro país. 

Esta situación refleja la necesidad de educar y formar un Capital Humano fortalecido con los conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para adaptarse y desempeñarse de acuerdo con las exigencias del mundo de los negocios. La sociedad del conocimiento se vincula directamente con la educación y el acceso a las tecnologías. Estos dos factores se constituyen en el principal recurso para formar ciudadanos competentes en un mundo globalizado.

Hace aproximadamente tres siglos, el economista político llamado Adam Smith expresó que, para él la clave del éxito empresarial dependía de cuatro tipos de capital fijo: herramientas, edificios, tierra y las «capacidades adquiridas y útiles de todos los habitantes o miembros de la sociedad». Las personas que trabajamos nos hemos convertido en una forma de capital para las empresas, tan o más importante que el capital natural o económico.

En la década de 1960, el término fue popularizado por dos economistas estadounidenses, Gary Becker y Jacob Mincer, quienes lo utilizaron para describir la combinación de habilidades, conocimientos, experiencia, hábitos y personalidad de cada persona y cómo esto se puede utilizar de forma productiva.

Como se puede apreciar, la noción de “capital” se asocia a la idea de “valor”, es decir, algo que se obtiene con esfuerzo y que debe gozar de ciertas virtudes para que alguien esté dispuesto a pagar por ello. Entre las principales características del Capital Humano es que genera beneficios tangibles e intangibles a nivel organizacional. Por lo tanto, el Capital Humano, corresponde al valor que generan los conocimientos y capacidades de las personas mediante la educación, formación, experiencia, aunados a la capacidad para tomar decisiones y relacionarse con los demás. Boisier (2002) precisa más el concepto y agrega que éste corresponde al stock de conocimientos y habilidades que poseen los individuos y su capacidad para aplicarlos a los sistemas productivos.

Hoy el Capital Humano es considerado como generador de conocimiento y uno de los elementos más importantes, a los que recurre la sociedad en general y la empresa en particular, para lograr traducir las esperanzas de un mejor desarrollo y crecimiento, a partir de una optimización de la productividad y la competitividad.

Las nuevas formas de mercado exigen atraer, retener y optimizar el recurso humano para posicionar y potenciar los productos o servicios requeridos por los consumidores. Para esto se requiere identificar a colaboradores talentosos e invertir en ellos para generar el binomio ganar – ganar. El capital Humano es un capital único, por lo que es importante que la empresa lo cultive a través de programas de entrenamiento, capacitación, tutorías, etc.; para que siempre este actualizado con las tendencias el rubro.

Es fundamental identificar los tres componentes del Capital Humano para distinguir y atender principales las necesidades del personal y priorizar aquellas estrategias y herramientas que van mejor con el desarrollo y crecimiento dentro y fuera de la organización. A continuación, se mencionan y explican dichos componentes.

  1. Capital Intelectual: Es el valor que se le atribuye al conocimiento y generación de ideas para crear e innovar productos y servicios encaminados a satisfacer las necesidades del cliente y la organización. Es considerado por muchos, entendido por pocos y valorado por casi nadie. Según Stewart (1991) “el capital intelectual es todo aquello que no se puede tocar pero que puede hacer ganar dinero a la empresa”. La suma de conocimientos que poseen los empleados otorga a la empresa una ventaja competitiva e incluso se considera un activo de gran relevancia pero que no se encuentra registrado como tal en los estados contables y que es necesario medir para retribuir de manera correcta el conocimiento aportado. 
  2. Capital Relacional: Este capital representa el conocimiento presente de los canales de distribución y de las relaciones con clientes desarrolladas por la organización como resultado de su actividad; Sveiby (1997) establece una dimensión denominada estructura externa, la cual se refiere al valor que tiene para la empresa el conjunto de relaciones que mantiene con el exterior; incluye las relaciones con los clientes y proveedores, los nombres de los productos, las marcas registradas, la reputación o imagen de la empresa. Es necesario prestar atención a este tipo de capital ya que la empresa es un sistema abierto y si no se cuenta con el personal adecuado para vincularse de forma correcta con todos los públicos, además de generarse conflictos, la empresa perderá credibilidad y, por lo tanto, presencia en el mercado.
  3. Capital estructural: Es el conocimiento que reside en la organización (y que permanece en ella aun cuando las personas la abandonen). Este capital tiene que ver con el conocimiento materializado en los sistemas, manuales y procedimientos relacionados con las rutinas internas de la empresa. Los colaboradores también crean conocimiento a nivel interno, mismo que, permite agilizar procesos, incrementar la productividad y alcanzar los objetivos organizacionales. 

El Capital Humano no se reduce únicamente a una denominación para referirse al factor humano, sino que implica todo el conocimiento que el personal aporta a través del conocimiento para innovar, generar redes de contribución interna y externa y crear procedimientos que optimicen los resultados esperados. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.

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Por Carmen Benavides

Directora de Contenidos TraInn MX

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