Los hombres y mujeres de honor en la sociedad

Hace aproximadamente 23 años se estrenó en Estados Unidos la película titulada “Hombres de honor”, esta cinta nos cuenta la historia de Carl Brashear un hombre que desde pequeño tuvo el sueño de asistir a la Academia Naval de Estados Unidos, nunca renunció a sus ideales, se mantuvo de pie, a pesar de todas las dificultades que se presentaron en el camino; fue el primer afrodescendiente en convertirse en buzo de la marina de los Estados Unidos. 

Carl encontró en su padre a un gran motivador que lo impulso para que cumpliera todos sus anhelos, aun cuando eso representaba ir en contra de un sistema racista en donde las personas de raza negra no podían aspirar a otra cosa que ser cocineros en la escuela naval, situación que ponía en gran desventaja a todos los jóvenes que no fueran de piel blanca. Carl se centró en su objetivo, fue resiliente y llego a la meta. 

En la vida personal, académica y profesional de Carl influyeron muchas personas, entre ellas, el instructor del programa, Billy Sunday, un hombre amargado, déspota y alcohólico que decidió hacerle la vida imposible, pero que al final pudo ver en este aspirante a buzo, a un hombre de honor, de respeto y valía. También la presencia de la esposa lo motivó para salir adelante y no rendirse jamás. La vida de Carl  nunca fue lineal, sin embargo, las circunstancias, las personas y sus propios deseos lo llevaron a donde él siempre quiso estar. Carl fue un hombre de honor, pero también lo fue su instructor y las personas que lo acompañaron en el proceso de aprendizaje. 

Las personas de honor son aquellas que actúan con rectitud, respetan a los demás, pero son firmes en sus decisiones y son honestos. Tienen un buen autoconcepto y son responsables con su entorno. Actualmente, a las personas les llaman hombres y mujeres de valor, y esta denominación no tiene que ver con la apariencia física ni con los bienes materiales, sino con los valores y las aspiraciones de las personas. En nuestro entorno siempre encontraremos a este tipo de personas, que a su paso sacaran lo mejor de cada uno de nosotros. 

La historia de Carl está llena de retos y sinsabores, pero también es inspiradora, porque nos cuenta cómo a pesar de todos los obstáculos podemos salir adelante y tener una vida exitosa; entendido el éxito no como un cúmulo de riquezas, sino como el resultado satisfactorio de nuestras acciones. 

A continuación, se mencionan tres lecciones que podemos aprovechar para aprender a nivel personal y organizacional. 

  1. No todo el que quiere puede, ni el que puede quiere: Carl es un hombre decidido y las circunstancias contribuyeron positivamente para el cumplimiento de sus sueños, pero no sucede lo mismo en todos los casos. A muchas personas les ha tocado vivir condiciones mucho más complicadas, eso no quiere decir que no tengan las competencias para salir adelante, simplemente se cruzan con caminos más difíciles de andar. También hay personas que, aunque puedan no quieren, aquí ya es un tema de actitud; la decisión para cambiar esa actitud es estrictamente personal. 
  2. La vida no es justa: Frente a las dificultades acostumbramos a preguntar ¿Por qué yo? Y la respuesta es ¿Y por qué tu no? En esta aventura llamada “vida” todos corremos el riesgo de caer, sufrir y sentir mucho dolor; aunque la vida no parece justa, a todos nos regala la oportunidad de experimentar momentos de incertidumbre, soledad y miedo; mismos que templan nuestro carácter y nos dan la oportunidad de crecer. A veces pensamos que al que se porta bien, le va a ir bien en la vida, y esto es una absoluta mentira; existen personas que hacen daño, roban, matan y se enriquecen a costa de gente inocente y las ves en la calle como si nada, pero hay algo que internamente los mantiene inquietos y es el hecho de saber que nunca podrán tener paz. Carl tuvo momentos de sufrimiento y dolor, pero nunca se victimizó, porque comprendió que era él y solamente él, quien podía salvarse. La vida no es justa, a veces es temeraria, pero sin duda, es muy bonita.
  3. Hombres y mujeres de honor: Los valores no desaparecen, se transforman con el tiempo, lo que vivimos actualmente es una aguda crisis de valores; la gente ya no quiere responsabilidades, compromisos y la lealtad hacia los demás, pues se concibe como un absurdo que no tiene sentido. El periodista uruguayo Eduardo Galeano afirmaba que: “estamos en la plena cultura del envase. El contrato de matrimonio importa más que el amor; el funeral más que el muerto; la ropa más que el cuerpo; el físico más que el intelecto y la misa más que Dios. La cultura del envase desprecia los contenidos”. Afortunadamente, no todo está perdido, porque aún hay muchos hombres y mujeres de valor que buscan el compromiso, la lealtad, que son honestos y responsables frente a los demás; a esas personas hay que cuidarlas y atesorarlas, porque en estos tiempos son como diamantes que le dan valor a la sociedad. Carl fue un hombre de honor y siempre lucho por sus ideales sin lastimar a los demás.  

La película “Hombres de honor” nos deja muchas enseñanzas, pero hay que verla con una mirada crítica y reflexiva para extraer toda la riqueza que encierra. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.

Por Carmen Benavides, Directora de Contenidos Trainn mx

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