La Navidad es una época de amor, paz y esperanza; y aunque nadie niega el objetivo comercial de las empresas, lo cierto es que, a la mayoría nos entusiasma ver nuestras casas llenas de luces alegres y coloridas, es por eso que, los primeros días de diciembre emprendemos la tarea de decorar las oficinas, casas y lugares públicos con bellos adornos alusivos a estas fechas tan importantes. La mayoría salimos a las tiendas para buscar y comprar lo necesario para esta ocasión. Esperamos con especial júbilo reunirnos para festejar con nuestros seres queridos.
En casa, los niños se entusiasman participando en la colocación del arbolito de navidad y en algunos casos también se involucran alegremente en la puesta del nacimiento. Pero, sobre todo, están felices porque saben que en pocos días recibirán los regalos que tanto soñaron durante el año. Sin duda, la Navidad representa alegría y felicidad para un número importante de personas y para otros, es sinónimo de nostalgia y tristeza porque les recuerda una situación desafortunada. En cualquier caso, esta fecha siempre está presente en nuestro corazón.
Uno de los grandes momentos durante esta temporada es poder compartir con los que queremos, un pequeño presente para manifestarles nuestro amor y gratitud por su presencia en nuestra vida. A veces, resulta complicado saber qué podría agradarles, pero eso no es un obstáculo para complacerlos con un detalle lleno de amor y sinceridad. Esa búsqueda puede llevarnos horas o días, pero cualquier esfuerzo valdrá la pena con tal de ver el rostro de sorpresa y felicidad de las personas que amamos.
Sin duda, la Navidad despierta en cada uno de nosotros, el deseo de ser generosos con los demás, pero surge una pregunta en este momento ¿y nosotros qué nos vamos a regalar? Porque si bien es cierto, la familia, los amigos y conocidos han estado con nosotros durante todo el año, también lo es el hecho de que nosotros mismos no nos hemos abandonado, porque a pesar de las dificultades estamos aquí de pie y dispuestos a continuar el camino con subidas y bajadas, pero que al final, nos enseña que nuestra vulnerabilidad es el motor que nos lleva a la meta.
Entonces, ¿qué piensas regalarte esta Navidad? Muchos estarán diciendo en este momento – ya no deseo nada, tengo de todo – pero hay que recordar que los mejores regalos no tienen que ver con lo material, porque efectivamente podríamos no necesitar de un auto, ni de una casa y tampoco de ropa, pero ¿qué tal de otras cosas que llenan nuestro espíritu de amor, paz y tranquilidad? Si hiciéramos el top de los cinco mejores obsequios que podrías regalarte, sin lugar a duda, serían los siguientes:
- La salud. La salud es un gran tesoro y si no la cuidamos podemos perderla gradualmente. Cuidar la salud debe ser prioridad en cualquier etapa de nuestra vida porque de esta manera garantizaremos una calidad de vida. Según la OMS, “la salud es un estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Es importante estar atentos a todo aquello que afecta nuestra vida. El regalo de la salud implica conocernos y explorar a nivel físico, mental y social todo aquello que no está funcionando bien, acudir con los especialistas y mantener una actitud positiva y colaborativa para sanar aquello que nos afecta. Esta Navidad es propicia para apapacharnos y hacernos estudios clínicos para verificar nuestro estado de salud y con ello mantener un estado de equilibrio a nivel personal y social.
- La familia. Muchas veces estamos tan ocupados con nuestro trabajo o compromisos personales que nos olvidamos de pasar tiempo con nuestra familia. En la familia se construye la identidad personal y social y si no tomamos parte de ella como padres, hermanos o hijos y además no asumimos nuestra responsabilidad afectiva como tal, estaremos renunciando a la posibilidad de renovar y construir lazos duraderos y de calidad con los nuestros. La Navidad nos ofrece la oportunidad de reunirnos y convivir con las personas que amamos; además, esta época es propicia para reflexionar y comprender que nuestra familia es una fuente de amor, apoyo y comprensión, porque podremos tener diferencias y altercados, pero siempre seremos familia y si aprendemos a cosechar amor, respeto y solidaridad, estaremos generando permanencia y trascendencia desde la empatía y la unión familiar.
- Amigos. Dicen que los amigos se cuentan con los dedos de las manos y este tópico no está muy lejos de la realidad, sin embargo, debemos ser conscientes de que la amistad se tiene que fomentar y cuidar porque son las personas que frente a las dificultades salen para apoyarnos y también para celebrar con nosotros los triunfos y las alegrías. Los buenos amigos se cuidan y motivan para lograr grandes cosas, la reciprocidad es un ingrediente fundamental. El regalo de la amistad sincera y duradera forma parte del bienestar personal y social, por eso es necesario crear vínculos sanos en donde impere el amor y respeto por el otro. Esta Navidad dediquemos tiempo a nuestros amigos y expresémosles gratitud por ser nuestros compañeros de vida.
- El trabajo. Una condición básica y fundamental en nuestra vida es el trabajo, porque a partir de este, podemos satisfacer nuestras necesidades. El trabajo es un medio, pero también un fin para la realización personal. Muchas veces no valoramos nuestro trabajo y nos quejamos amargamente porque creemos que es un castigo. Habría que preguntarles a las personas que durante mucho tiempo no consiguen trabajo y lo más probable es que nos respondan que el trabajo es una bendición para quienes lo tienen. El trabajo transforma nuestra vida y nuestra condición como humanos; porque además de satisfacer las necesidades de orden económico, eleva nuestro espíritu hacia la autorrealización. Si esta Navidad tenemos la oportunidad de llevar a nuestra casa el alimento y lo necesario para nuestros seres queridos y además podemos pagar la hipoteca, la renta o el auto, valdría la pena levantar la mirada al cielo y dar las gracias por tener el regalo del trabajo.
- Las metas personales. Todos tenemos derecho a proteger nuestros sueños y para ello es fundamental establecer metas personales que nos lleven de la mano al cumplimiento de nuestros objetivos. La gente podrá o no estar de acuerdo con aquello que queremos, pero depende de cada uno de nosotros definir con claridad a dónde queremos llegar. La vida nos regala la oportunidad de soñar en grande y esta época nos ayuda a mirar hacia adelante y a establecer objetivos para lograr nuestras metas. Que esta Navidad sea el pretexto perfecto para cambiar todo aquello que no está funcionando y traer nuevos propósitos acompañados de perseverancia, disciplina y compromiso para alcanzar nuestros sueños.
Hagamos de esta Navidad algo diferente y maravilloso, actuando desde el amor y la paz para llegar al corazón de nuestros seres queridos. Que la gratitud y el agradecimiento sean el motor transformador de nuestra vida. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.
Contáctanos.
Por Carmen Benavides, Directora de Contenidos Trainn mx