“De la Pastorela Navideña a la vida cotidiana”

La Navidad es una de las festividades más importantes del año y aunque muchas personas no profesan el catolicismo, lo cierto es que, la alegría de esta época es muy contagiosa y seamos católicos o no, nos unimos a la celebración con mucho entusiasmo, sobre todo lo hacemos con el propósito de compartir un momento de amor y paz con las personas que queremos.

Esta época es propicia para un encuentro sincero con nuestra familia, amigos e incluso con compañeros de trabajo. Los días previos a la Noche Buena, casi toda la gente se organiza para llevar a cabo actividades propias de la Navidad como las famosas posadas, la cena de fin de año por parte de la empresa para la cual colaboramos o simplemente buscamos el pretexto para reunirnos y tomar un café con aquellos amigos o conocidos que no hemos visto desde hace tiempo atrás. Estas fechas invitan al encuentro y a la reconciliación, porque en nuestro corazón nace el propósito de cerrar bien el año desde el amor y la paz con los demás.

Otra tradición propia de la Navidad es la popular y divertida “pastorela”. Pastorela significa pastoral, o un evento que ocurre en el campo y se refiere a las actividades de los pastores, ¿quién no recuerda haber visto una? Inclusive, algunos llegamos a participar con algún papel de pastorcito, ángel o diablito y ah que divertida nos dábamos en los ensayos, sin duda, las pastorelas constituyen otra forma de festejar y aprender de forma entretenida lo relacionado al nacimiento de Jesús, así como la importancia de la Noche Buena y la Navidad.  

Para quienes nunca han visto una pastorela, esta actividad se trata de una especie de representación teatral cuya temática principal es la lucha entre el bien y el mal en la que el diablo es el actor principal pues su papel es impedir que los pastores sigan la estrella de Belén para conocer al niño Dios. El diablo se encargará de ponerles obstáculos y pruebas difíciles, pero con ayuda del arcángel San Miguel, los pastorcitos lograrán su cometido y podrán estar presentes en el nacimiento del salvador. Esta representación llegó a México poco después de la conquista y se utilizó como parte de la evangelización a los indígenas. Actualmente, puede ser organizada en la escuela de nuestros pequeños, por vecinos de la comunidad o por alguna compañía de teatro interesada en divulgar tan alegre tradición. 

La pastorela es una tradición navideña que podemos extrapolar a nuestra vida cotidiana, obteniendo las siguientes enseñanzas:

  1. La estrella de Belén: En la pastorela, la estrella se refiere al astro que guio a los Reyes Magos y a los pastores al lugar de nacimiento de Jesucristo. En la vida diaria, esa estrella puede representar una meta, un propósito o todo aquello que queremos alcanzar o lograr. Todos tenemos algo por lo que cada día nos levantamos y luchamos, esa “estrella” es nuestra motivación y le da sentido a nuestra vida. Podemos decidir caminar, correr o descansar, pero siempre con nuestro objetivo bien plantado en la mente. No importa la velocidad, sino la determinación con la que avancemos hacia nuestra estrella. 
  2. Los pastores: Los pastores nos representan porque, cada uno de nosotros quiere llegar a donde está la estrella y sabe que el camino no será sencillo, ya que requiere de esfuerzo y tenacidad. Los problemas siempre estarán presentes en nuestra vida, pero depende de cada uno de nosotros aprender a resolverlos y seguir adelante. La vida nos exige fuerza y voluntad para avanzar; el camino no es lineal, siempre tendrá subidas y bajadas y algunas veces perderemos el equilibrio y caeremos al suelo, pero si tenemos claridad en nuestros objetivos, entonces sacaremos la fuerza necesaria para levantarnos y seguir adelante. Los “pastores” nos enseñan que los obstáculos aparecen en nuestra existencia para darnos cuenta de qué estamos hechos. Cada uno de nosotros elige con quién quiere recorrer el camino y lo mejor es hacerlo con aquellos que sumen a nuestra vida y que estén dispuestos a acompañarnos hacia la estrella. 
  3. El diablo y el arcángel Miguel: En la vida existe el principio y el fin, el bien y el mal, el día y la noche, y como seres humanos nos enfrentamos a la dualidad de la existencia misma. Las personas hacemos frente a los desafíos que se presentan en nuestra vida y somos los únicos responsables de nuestros actos. Cada decisión tiene una consecuencia y cada consecuencia impacta y golpea positiva o negativamente nuestra vida y la de los demás. En la pastorela, el diablo representa las tentaciones que se presentan en la cotidianeidad, pero está en cada uno de nosotros asumir el riesgo y perder nuestra estabilidad emocional, familiar, social o económica, o salvar nuestra paz mental y la relación con las personas que nos rodean. 
  4. El nacimiento de Jesucristo: Representa la esperanza de un mejor mañana, porque seamos o no adeptos a una religión, la realidad es que, los milagros existen al margen de nuestras creencias. La vida en sí misma es un milagro y por consecuencia, un regalo que la naturaleza nos otorga para hacer de ella lo mejor que podamos con los talentos y recursos inherentes a cada uno de nosotros. Cada día puede nacer en nosotros un hombre o una mujer renovados y con ganas de seguir creciendo y floreciendo en esta hermosa aventura llamada “vida”.

En realidad, “la pastorela” tiene tantas enseñanzas como perspectivas y enfoques personales existen, pero lo importante es adoptar un sentido crítico y reflexivo para comprender que el paso por esta vida nos ofrece muchas oportunidades para mejorar como personas y brillar tanto como la estrella de Belén. Trainn desea para ti y tu familia que la luz del amor, la salud, la paz, el trabajo y la esperanza iluminen su camino y alcancen el equilibrio en todos los aspectos de su vida. Feliz Navidad 2022. 

Por Carmen Benavides, Directora de Contenidos Trainn Mx.

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