La era de la sociedad huérfana

Hace algunos años se registró un comportamiento extraño en los elefantes jóvenes, los especialistas se dieron cuenta de que, a pesar de que estos fantásticos animales son pacíficos y amigables con sus pares, estaban siendo muy agresivos con los demás, ya que al menor pretexto se alteraban y atacaban a las personas o animales de otra especie ¿Cuál fue la razón por la que su comportamiento se modificó? La causa fue la ausencia de los elefantes adultos. Aunque resulte increíble, la falta de orientación por parte de los adultos hizo de los pequeños, unos animalitos vulnerables y con falta de orientación.

Los elefantes son gregarios por naturaleza y siempre avanzan en manada, el motivo por el que los pequeños elefantes empezaron a perder a sus madres es por la caza furtiva que durante muchos años se ha llevado a cabo por personas sin escrúpulos que hacen del marfil todo un negocio. Es una especie amenazada, porque los hombres trafican con el marfil y matan de forma indiscriminada a los elefantes adultos.

En el siglo XXI, las poblaciones de esta especie de mamíferos han sido gravemente reducidas, pasando de los doce millones a tan solo 400.000 ejemplares. La caza furtiva para comerciar con su marfil continúa siendo un problema a pesar de haber sido prohibido hace más de dos décadas. En el año 2011, el 10% de los elefantes africanos estaban siendo asesinados ilegalmente y aunque esta práctica ha reducido, no ha dejado de ser un problema delicado. Desafortunadamente, en las poblaciones de elefantes bien establecidas y protegidas, la tasa de mortalidad es mayor que la de natalidad.

El problema es mayúsculo en las poblaciones más pequeñas, porque muchas están fragmentadas y no están bien protegidas, lo que las hace aún más vulnerables a la caza furtiva. Afortunadamente en China ha caído de la demanda del marfil, porque entre otros factores, el comercio de este material fue declarado ilegal en 2007. Según un nuevo estudio, liderado por la Universidad de Exeter en Reino Unido, en colaboración con Elephants For Africa, sin los ejemplares más sabios y viejos aumentan los conflictos entre las personas y la fauna salvaje.

Los elefantes adolescentes, en particular, se mostraban más temerosos cuando estaban solos en comparación con otros machos. La razón es que los elefantes más jóvenes se vuelven más agresivos cuando faltan los mayores, hasta el punto de atacar vehículos y otros animales. Por eso, los autores sugieren que son los individuos más experimentados los que tranquilizan al grupo.

Este hallazgo nos permite entender cómo la presencia de los elefantes más expertos y viejos del grupo desempeñan un papel clave a la hora de mantener tranquilos a los más jóvenes frente a la percepción de amenaza y con ello, también se reduce la posibilidad de agredir a los humanos y otras especies.

Algo semejante sucede con la sociedad actual, muchos adultos se han ausentado de la familia y no nos referimos únicamente a un abandono físico, sino que, aún con la presencia física de los padres, existe una profunda carencia de autoridad moral de los adultos hacia los niños y jóvenes. Vivimos una crisis de autoridad en las instituciones educativas, religiosas, familiares y políticas. El comportamiento de los más jóvenes pone en duda la capacidad moral y educativa de sus padres, maestros y demás adultos que se encuentran al frente de las organizaciones.

Muchos padres y maestros, han abandonado la tarea de educar, formar y guiar a sus hijos o alumnos, dejando que la tecnología se apodere de tan importante tarea, y es por eso que, cada día, vemos a niños y jóvenes más involucrados con el uso de los móviles pero menos comprometidos con los deberes familiares, académicos y cívicos. Los adultos hemos dejado de ser modelos ante los retos de un mundo cambiante y globalizado que están totalmente desvinculadas a la realidad familiar y académica.

Recientemente, existe un vacío de modelos sólidos y consistentes que puedan seguir e imitar las nuevas generaciones y esto se convierte en un gran dilema porque los jóvenes están encontrando inspiración en personas que utilizan las redes sociales para ofrecer contenidos sin valor ni sentido, pero cargados de mensajes superfluos que resultan de gran atracción e interés para los seguidores.

Los niños y jóvenes están conectando con personas que ni siquiera conocen en persona e irónicamente, cada día se desconectan de sus padres, amigos y compañeros para sumarse a las largas filas de personas que sufren la “ausencia de autoridad moral” de los padres y maestros, convirtiéndonos así en una “sociedad huérfana”. La carencia moral y afectiva en los hogares y escuelas se está viendo reflejada en un comportamiento transgresor que afecta negativamente a las organizaciones.

La metáfora de los elefantes “ausentes” nos deja como enseñanza que:

1. La ausencia o muerte de los adultos genera desorientación y desequilibrio emocional en las generaciones más jóvenes.
2. Los adultos tenemos el deber de luchar y trabajar fuerte por llenar estos vacíos de autoridad y convertirnos en guías y agentes de cambio para influir positiva y significativamente en los niños y jóvenes. Necesitamos rescatar nuestro papel de padres, maestros y adultos responsables frente a una sociedad con niños y jóvenes ávidos de amor, orientación y compromiso.

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Por Carmen Benavides

Directora de Contenidos TraInn MX