¿Por qué nos cuesta trabajo decidir sobre nuestro futuro? 5 lecciones que te ayudarán.

Seguramente a ti también te ha pasado que cuando se trata de tomar una decisión lo piensas más de una vez antes de dar el paso, pero cuando se trata de decidir sobre las acciones que haz de desarrollar para construir tú futuro, podría parecer algo intangible e inimaginable y en consecuencia descartas ese pensamiento, postergando la decisión más importante de tu vida para un mejor momento.

Según el diccionario, la palabra decisión proviene del latín decisĭo, definiéndola como la determinación o resolución que se toma sobre una determinada cosa, por lo general la decisión supone un comienzo o pone fin a una situación, es decir, impone un cambio de estado.

He conocido amigos que les cuesta trabajo tomar la decisión sobre acciones o hechos que, aunque saben que les afectan, continúan aferrados a esa circunstancia, porque se sienten incapaces de tomar una decisión, como generar un plan de ahorro, dejar de fumar, alejarse de esa relación tóxica, dejar de comer alimentos que dañan su cuerpo, comenzar a ejercitarse, etc.

Los seres humanos, a diferencia del resto de las especies animales, poseemos la capacidad de imaginar el futuro, esto nos convierte en seres interpretativos, es decir, que a partir de nuestra manera de observar el mundo podemos transformarlo; sin embargo, también somos seres prejuiciosos, es decir, crecemos y nos movemos por el mundo con las creencias que arrastramos de nuestros antepasados, así interpretamos la vida con los ojos de nuestros padres, hermanos, amigos del barrio, de la escuela, y todos aquellos con los que interactuamos.

En alguna ocasión dijo Gandhi “tienes que ser el cambio que buscas”, y a partir de esta reflexión deseo invitarte para que tomes la decisión más importante de tu vida, es decir, la decisión sobre tu futuro. A continuación te comparto 5 lecciones que te podrían ayudar:

  1. Determina el propósito de tu vida.

Víctor Frankl sobrevivió por 3 años a diferentes campos de concentración durante la Segunda guerra mundial, incluyendo Auschwitz; la pregunta es: ¿cómo logró hacerlo a pesar de las condiciones infrahumanas? La respuesta, tuvo un propósito, imaginó salir de ese lugar, encontrarse con su familia, dictar conferencias sobre su experiencia vivida, su propósito lo hizo superar todas las adversidades.

El propósito esta vinculado a la visión del futuro, tener un propósito en la vida es lo que le da significado a tu presente, a tus objetivos, a tus sueños, a tus metas.

No existe nadie que pueda hacer esto por ti, la buena noticia es que esta en tus manos y depende solo de ti construir el propósito por el que estas caminando en este planeta.

  1. Fija metas en lugar de expectativas.

Tus metas reflejan el deseo de añadir algo nuevo a lo que ya tienes, tus expectativas son la esperanza sobre la necesidad de obtener algo que te hace falta.

Fijarte metas significa escribir en blanco y negro los objetivos medibles, alcanzables y retadores que te permitan convertirte en una mejor persona.

Generar expectativas son solo buenos deseos y estos solo albergan esperanzas que usualmente nos permiten delegar en otros la responsabilidad de alcanzar nuestras metas.

Fijar metas implica hacerte cargo de tu vida, asumir tu propio liderazgo, buscar trascender en esta vida.

  1. Piensa en el en futuro, pero vive en el presente.

Suena fácil decir “vive el presente”, pero generalmente vivimos atrapados en el miedo que nos paraliza, muchas veces, por los prejuicios que arrastramos de nuestro pasado, finalmente somos un constructo de nuestros antecesores; y por otro lado, somos presas de la angustia sobre el futuro.

Lo más importante está en entender que gracias a ese pasado hoy eres la persona que “ESTÁS SIENDO” y que la única manera de llegar al futuro es que comiences a construirlo en tu presente.

Mira el pasado como un trampolín para impulsarte hacia adelante, y no como un sofá que te consuele de lo que ya no puedes cambiar.

  1. Define lo esencial.

En el libro Esencialismo: logra el máximo resultado con el mínimo de esfuerzo, Greg McKeown define el esencialismo como la disciplina de hacer las cosas correctas, al respecto sugiere sobre la necesidad de preguntarte constantemente si estás invirtiendo en las actividades adecuadas.

En la vida no puedes ocuparte de todo, imagina que requieres viajar a la montaña y tu equipamiento es tu carga en el ascenso, ¿elegirías una carga pesada? ¿o viajarías con lo estrictamente necesario?

Así es la vida, quítate cargas que no necesitas, que van en contra de tu propósito, que te limitan y que te impiden crecer en tus objetivos de vida.

  1. Disfruta el camino.

Mo Gawdat en su libro El algoritmo de la felicidad, define 5 verdades últimas: vivir en el ahora, aceptar el cambio y adaptarse, amar intensamente, aceptar que somos seres finitos y que algún día moriremos, y la creencia de algo superior.

Al final, la vida es un juego de suma cero, llegamos a ella sin nada y partimos sin nada, así que lo mejor es que disfrutes del camino y vivas intensamente, nunca es tarde para empezar, recordemos lo que dijo Confucio “todos tenemos dos vidas y la segunda empieza cuando nos damos cuenta de que solo nos queda una”.

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